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¿Quién es el inconsciente que se atreve a dejar algún comentario?

domingo, 11 de marzo de 2007

La transferencia en psicoanálisis y otras vicisitudes

En el devenir de las sesiones psicoanalíticas surge, inexorable, el tormentoso drama primitivo de la transferencia ("Transferenczi"como la llamo yo) durante la cual, como dice Janet Malcom, "el paciente puede estar sumido en estados que lo hacen sentir menoscabado, desposeído, rechazado y ultrajado". Hablar de la transferencia no es fácil, sobre todo si hay que hablarlo con el "maravilloso" o "desgraciado" psicoanalista. Este primer tema loco que se me ocurre para inaugurar el blog surge cuando hace algunos días, uno de estos profesionales de la psique y la líbido me dijo que constantemente estamos experimentando transferencias hacia algunas personas que, con algún gesto o actitud, pueden recordarnos a alguien importante de nuestra infancia, de nuestro pasado. Este espacio tiene la intención, muy consciente, de permitir la expresión de cualquier "inconsciente" que se deje llevar por la palabra escrita y de esta forma compartirla con el "inconsciente colectivo". Saludos.

48 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lux!

Me parece que yo estaba constantemente intentando establecer una relación afectiva con mi analista...en realidad creo que me interesaba más esto que realizar un análisis "lógico" de mi realidad... De hecho, aunque suene trillado, estaba en busca de un nuevo Padre...como se revelo claramente en mis sueños. No se si sea la situación de todos los pacientes pero supongo que es una situación muy frecuente...

irene dijo...

Hola Lux
A ver que te perecen mis dudas: El término transferencia es muy complejo, yo lo interpreto como esa confianza (necesaria además) en el analista que te predispone a creer en la "verdad" de sus escasas interpretaciones, pensando que el sabe más que tu de ti misma. Pero eso ¿no se parece mucho a la sugestión? ¿como evitar la duda: esto es así? o estoy intentando creermelo?
Quizá alguien ha pasado por esto y ya lo tiene claro
Contadme algo anda!

Anónimo dijo...

La relación terapéutica en la terapia sugestiva no esta basada en la confianza, sino en una diferencia jerárquica por la que el terapeuta ejerce un poder sobre el paciente.

Algo parecido a sugestion aparece en el momento que el sujeto dirige una demanda al analista, y es en el manejo de esa demanda donde se impulsa la transferencia que compromete al sujeto en el reconocimiento de su deseo. Si esto no fuese asi la practica analítica se limitaria al ejercicio de un poder.

Un saludo.Violeta

Lux dijo...

Estimada Irene: me parece que además de la confianza debes creer que los comentarios del psicoanalista te pueden ayudar, sino ¿para qué ir una o varias horas a la semana a sentarse frente a él (o acostarse ... en el diván) y además pagar por ello?. Considero que la transferencia es más que confianza y sugestión. Es, sin lugar a dudas, parte de la cura, aunque también pasa que puede llegar a convertirse en un gran obstáculo si no se resuelve.
Lo digo por experiencia. Saludos.

irene dijo...

Hola Lux
Me parece un poco paeliaguda la dichosa transferencia, y el que "pueda convertirse en un obstáculo si no se resuelve" tampoco ayuda mucho. ¿Qué se supone que tiene que resolverse?
Esto del análisis a veces es fascinante pero a veces es difícil, esto en la práctica, pero si además intentas acceder a la teoría se complica tocavía más

Hola violeta!
¿cómo se impulsa la transferencia en el manejo de la demanda?
ya supongo que por la propia naturaleza de la relación analista/paciente debe resultar difícil aclarar esto, además de la lógica particularidad de cada caso, pero la verdad es que se me hace un tanto oscuro
Agradezco vuestros comentarios
un saludo
Irene

Anónimo dijo...

A cerca de las transferencias.-

Para dialogar sobre psicoanálisis u otras disciplinas, es indispensable ponerse de acuerdo con lo terminología, y para ello que mejor que, en castellano, usar el Diccionario de la Real Academia Española, para subir de nivel se deben usar diccionarios específicos.

Según el D.R.A.E. Transferir implica entre otras: pasar o llevar algo de un lugar a otro.

El concepto transferir yo lo explico de la siguiente manera: una persona entra en contacto con otra; se forma una imagen de ella, y comienza a comunicarse con esa imagen.

Los conflictos en la relación son mayores en la medida en que la imagen que se ha formado se aleja de eso que llamamos realidad; de lo objetivo.

Es cierto que la realidad que percibimos siempre es subjetiva, pero igualmente es cierto que unas personas poseen más capacidad para comunicarse con la imagen que las otras perciben de sí mismas.

Deducimos pues que existen personas que “escuchan” más que otras; al igual que existen animales que poseen los sentidos más agudos que otros.

Pongamos un ejemplo: vas a la Universidad, conoces a un compañero, y comienzas a tratarlo como lo hacías con un viejo amigo. El compañero se siente sumamente cómodo, incómodo.., ¿por qué?, sencillamente porque en lugar de relacionarte con él, te estás relacionando con tu amigo; de esta manera es posible que lo éstes tratando como una persona generosa, lo cual le agrada, o como una persona ambiciosa, lo cual le desagrada. En realidad generosidad o ambición eran cualidades que tú percibías en tu amigo.

Lo que está sucediendo, básicamente, es que las personas, en la medida en que se aislan, transfieren más, y con esa actitud no se está comunicando con lo que es, con el hecho presente, real, y “objetivo”, sino de manera un tanto “autista”, lo están haciendo a su antojo.

La manera de ir corrigiendo el vicio de transferir, puede consistir en escuchar primero, actuar después; es decir, conoces a alguien, abres todos tus sentidos, y cuando percibas su mundo interior, facetas de su personalidad, actúas. De la otra manera, transfiriendo, las personas, van de tropezón en tropezón, salvo que suban “al altar” de por vida” a la persona recién conocida, y que esta acepte el trono y pasen la vida, en una relación basada en la incomunicación, en la relación “adorador-adorado”, idealizador-idealizado, un tipo de relación, ésta, que no conduce más que a potenciar la inmadurez, la ausencia de calidad de vida.


Sin más, saludos OSCO

irene dijo...

Hola Manuel
Me parece muy esclarecedor tu comentario
Entiendo esto que dices de "no escuchar" sino anteponer cierta actitud hacia la persona con las que nos comunicamos
Pero ¿Qué ocurre con el analista?
¿lo que yo le cuento al analista está influido por la imagen que tengo de el?
Un saludo
Irene

Anónimo dijo...

Irene, no me cabe la menor duda de que parte de la relación que mantienes con tu psicoterapeuta, está influenciada, entre otros, por los mecanismos de transferencia.

Si el terapeuta sabe lo que hace, estará pendiente de estos mecanismos; por una parte le aportarán información válida a cerca de la manera en que tu transfieres, en tu vida cotidiana, para tratar de limar las asperezas de este mecanismo; a parte, el terapeuta suele ser consciente de que si la transferencia se cuela, como la carcoma, en terapia, esta hace estragos en ella.

¿Por qué?, entre otras, porque si la transferencia es positiva, es decir si el terapeuta te cae bien, sencillamente porque su sonrisa te remite a la de tu queridísimo abuelo, tú te estarás relacionando, a lo largo de las sesiones, en parte, con tu abuelo. Si la transferencia es negativa, sencillamente porque el terapeuta lleva camisa amarilla, al igual que tu vecino, el que te pincha los neumáticos del coche, el terapeuta se la juega, la agresividad que no descargas con tu vecino la descargas contra él.

Las cosas se complican cuando el terapeuta, no tiene nivel, y se da la transferencia recíproca; es decir, su te comunicas con la imagen distorsionada que te has formado de él, y él hace lo mismo contigo.

N.b. Te advierto que toda la prudencia es poca, al hablar de estos temas, con personas como tú, de la cuales no sabes nada. Puede que el tema que nos ocupa, en lugar de comprenderlo, se vea influenciado por la imagen que te estás formando de mí, porque sin duda en estos foros entramos en relaciones virtuales, de las cuales podemos hablar largo y tendido; de entrada, estoy convencido, que Lux, Irene, Manuel.., están transfieriendo, están construyendo imágenes, ideas, percibiendo sensaciones (posiblemente nuevas en la historia de la humanidad), dado que estos foros jamas han existido, y las transferencias, que aquí se dan, tienen su morbo.

De entrada te diré, que si en lugar de figurar como Irene figurases como X, mi respuesta no sería la misma, dado que yo percibo a Irene como a una joven que está comenzando a interesarse por conceptos, ante ella mi yo que se “infla”, siempre y cuando mis palabras calen, no olvides que yo soy Manuel y me encanta la belleza femenina; pero como respondería Manuel si en lugar de
Irene fuese Juan: alcohólico, egoísta, terco..., o si fueses un experto psicoterapeuta. ¿Quien sabe?, en los foros, yo soy un iniciado, sólo llevo unos día, pero ya me estoy interesando por esté fenómeno, ya percibo que en estos foros: transferimos, proyectamos, rechazamos, idealizamos, imaginamos, deseamos...

En este mundo de la psique, con diez billones de células relacionándose, de mil y una maneras, en ese espacio protegido por el cráneo: lo previsible es a lo que llamamos conciencia, y nuestra conciencia la percibo minúscula dentro del apasionante universo de lo imprevisible, !me encanta lo no previsto! !me aburre lo repetitivo!.

Pasamos la vida transfiriendo, llevamos miles de años educados en este y otros mecanismos, como el de las proyecciones (de él hablaremos en otro momento). Si no transfiriésemos, cada día sería nuevo, cada relación sería como un volver a nacer; dejaríamos de estar encadenados al pasado y cada momento vivido, sería como volver a ver la montaña por primera vez.

Ese no es mal camino, experimentar las cosas como si fuera la primera vez, dice la canción “bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez”.

Sin duda que se trata de una experiencia apasionante: te encuentras con tu terapeuta, lo observas, lo miras, lo escuchas, lo “escaneas”,(no lo beses, por favor: se sonrojará, o quedará atrapado en las garras de la mujer araña) y siempre descubrirás algo nuevo; pero si todos los días lo ves como al vecino, o a tu abuelo, te aseguro que la terapia será aburrida...

Sin más, lamentando que este no es tema para abordar en esta especie de monólogos, pero al tiempo, satisfecho por explorar en este nuevo mundo.........Manuel

irene dijo...

Hola manuel
Es muy interesante todo lo que dices, pero hablas de "corregir el vicio de transferir", "la transferencia se cuela como la carcoma en la terapia y hace estragos en ella"; parece que sería bueno poder evitarla, sin embargo he leido por ahí que Freud la considera algo positivo e incluso necesario para la terapia psicoanalítica ¿en qué quedamos?
Bueno, esto no es un intercambio de opiniones desde luego pero es que yo no me puedo formar una opinión porque mi conocimiento del tema es muy superficial, así que lo que hago es preguntar porque me resulta muy interesante. En fin, que eres muy amable al contestar.
Gracias.
Irene

Anónimo dijo...

Hola Lux:

¿Qué te gustaria hablar sobre transferencia?

La transferencia, como motor, como obstaculo en sus dos caras. ¿Cuando se considera que hay transferencia?.

¿Qué es la transferencia?

En que quedas obstaculizada epistemológicamente con éste termino conceptual que se utiliza en la clínica.

Nos estamos escribiendo.

Es muy interesante lo que propones, toda pregunta conlleva a que no hay una certeza cerrada y en esa busqueda hay crecimiento y rectificación para no quedar con saberes estancados que obstaculizan y son especulativosm al tirmpo que manipuladoes.

Que tengas una busqueda y quieras saltear obstáculos epistemológicos habla muy bien de tí.

Saludos

Angeles

raquel dijo...

Hola,he encontrado tu blog y me ha encantado el tema.Hace 6 meses que estoy en analisis y estoy experimentando auténticas convulsiones interiores en la transferenca con mi analista.Tanto que en algunas sesiones me costaba hablar debido a la intensidad de mis sentimientos hacia él.Así se lo hice saber,porque yo creía que eso me dificultaba el analisis,incluso le propuse cambiarme de terapeuta (él también estaba de acuerdo en que era una dificultad añadida)pero él me dijo que no,que sabría manejarlo.Hace dos semanas que la cosa transcurre por cauces más moderados y si creo que estoy progresando en el analisis,pero aún así sigo hechizada por él hasta un punto todavía exagerado y que a mi misma me empieza a molestar.
Yo creo que la transferencia es tan intensa,porque él desde el principio se implicó mucho en mi tratamiento,si yo le mandaba un sms diciéndole que estaba mal,me llamaba desde su lugar de vacaciones,siempre respondía a mis mensajes y me permitía llamarle.Una vez después de una sesión en que fue muy duro commigo yo le mandé un mensaje en ese sentido y me contestó con otro muy tranquilizador,luego cómo yo no contesté a su sms,me llamó y me dijo que si quería hablabamos esa misma noche.¿Cómo no quererle así? Y eso que me ha dejado muy claro desde el principio los límites de la relación terapeútica,pero implicándose mucho en mi tratamiento.Poco a poco creo que iré soportando esta transferencia tan emocional.Él me ha dicho que con el tiempo se me pasará.
Bueno,esta es mi experiencia.

Anónimo dijo...

La cuestión, para hablar de la transferencia, es remitirnos directamente a los textos de Freud, para ver que dice él de este concepto tan fundamental en el psicoanálisis y que él retoma como algo nuevo y nunca antes estudiado. La transferencia se da a partir de la relación analítica, dice Freud que la transferencia está implícita en cualquier relación humana pero que en particular dentro del análisis, el paciente coloca en la figura del analista formas de relación que el ahora paciente, tuvo con las figuras más importantes dentro de sus primeros años de vida. Freud divide la cuestión de la transferencia en dos conceptos, negativa y positiva. Mediante la transferencia es como se trabajará en la relación analítica, sello particular del psicoanálisis a diferencia de los enfoques de la psicología. Pero porqué trabajar con la transferencia? Porque justamente, ésta es el vínculo que mantiene la solidez de las formas de relación que mantiene el sujeto con todos los demás otros y que instaura la particularidad de cada quien respecto a su propia vivencia. Lo que importa ahora será trabajar bajo ese esquema fundamentado en algunas cuestiones importantes como lo son la atemporalidad del inconciente, donde existe un inconciente “vivo”, que no obedece al tiempo cronológico y la repetición según Freud, donde a través de ésta trata de elaborarse algo.
Lacan introduce, retomando el rumbo marcado por Freud, la posición que ocupa el analista en esta relación que denomina como la del sujeto supuesto saber, donde ahora el paciente demandará que se le dé eso que no tiene, que le restituyan lo que le fue quitado o denegado, donde el analista ahora es el que tiene ese saber que colmará la falta del paciente. Busca ser reconocido en su discurso por ese gran Otro omnipotente, ser que no está en falta.
Ahora, la cuestión es pensar, que del analista con esta transferencia… cual debería de ser su actuar ante ella… El analista no es quien, retomando el concepto de la transferencia, va a dar o a resarcir eso que está en falta en el paciente, el analista debe de hacerse a un lado en la transferencia para que surja la palabra verdadera, la palabra del inconciente en el paciente. El analista debe de estar ante esto sin deseo alguno por el paciente, esto es, el paciente tiene que reencontrarse con la verdad de su deseo. El analista no tiene ninguna verdad y tendríase que quitar de esa vergonzosa posición donde muchos analistas se suelen colocar, donde la relación imaginaria predomina y es el analista quien se presenta y juega el papel del omnipotente, conocedor de la verdad del paciente y creador de lo que debería de ser el ideal del paciente. No, esto no es el psicoanálisis, el verdadero analista responde a una ética, que es la ética del psicoanálisis y que se aleja mucho de la supuesta moralidad con que otros analistas trabajan… de que si esto está bien o mal, de que veas cómo esta conducta te hace mal, de que esto es lo que más te conviene… ¿qué demonios saben estos supuestos analistas de lo que más le conviene al paciente?... justamente este actuar es antianalítico. La cuestión es justamente quitarse de ese lugar, no utilizar equivocadamente la transferencia puesto que la relación siempre va más allá de ellos dos, paciente-analista, siempre se dirige a Otro más.
Freud hablaba de la neurosis de transferencia, donde el conflicto se actualiza en la relación transferencial… a esto apuntaría el análisis. El conflicto se actualiza en la relación transferencial a través de la escucha del analista, porque justamente ahora el paciente le dice al analista su problema, le dirige su discurso para que él lo escuche. A partir de ahí, el analista se ve posibilitado de nombrar lo inconciente, de que su palabra tenga eco en el paciente a partir de la transferencia. No es el analista, ni con él a donde se dirige ese mensaje, es a ese Otro. A partir del descubrimiento de esta cuestión se da un análisis que busca no un fortalecimiento o adaptación del yo, no una disminución del síntoma, sino que aparezca ahí un sujeto que se encuentre con su palabra verdadera.

Anónimo dijo...

"...al cabo de cien años de psicoanálisis, no existe un caso publicado que sea científicamente convincente de su acción terapéutica..."

Anónimo dijo...

al cabo de más de 150 años del natalicio de Freud el psicoanálisis continua con más vida que nunca. No se publican casos de la efectividad del psicoanálisis el revistas científicas puesto que al psicoanálisis esto no le interesa. No pretende demostrar su efectividad ante nadie. Es la epistemología del pensamiento que sigue más viva. Los psicoanalístas terminan atendiendo a los pacientes que otras terapias creyeron que curaron.

Anónimo dijo...

Pues bien, supongamos que el psicoanálisis le ha servido a a lgunas personas a superar sus conflictos. ¿Podríamos, de la misma manera, suponer que también ha perjudicado a otras? Personalmente yo no creo en el Psicoanálisis. Y en todo caso creo que puede funcionarle a algunas personas así como también podría servir la astrología, alguna religión o grupo de los llamados "anónimos". Lo que la gente busca, creo, es ser escuchada, desahogarse para no naufragar. Después de esto, aunque los problemas siguen, se puede pensar con más calma, lo cual no necesariamente resuelve los conflictos.

Saludos a todos y feliz día de Santa Cecilia

Bertrand

Anónimo dijo...

Hola Raquel. No soy una visitadora asidua de estos medios, pero fue tal mi curiosidad sobre lo que estaba experimentando en mi terapia, que empeze a buscar, articulos, videos y otros espacios donde pudiera encontrar alguna luz sobre esta experiencia. Me gusto mucho leer su comentario. Sobra decir que no tengo formación en el psicoanalisis y que el tormento ritual de la transferencia lo abordo como mujer y como antropóloga.

En primer lugar, no hay duda que la relación social establecida en ese espacio saturado de simbolismo que es la oficina del terapeuta, estuvo mediado por el hecho de que yo tenga 25 años, me sienta atractiva, inteligente y en especial, que no tenga ningun tipo de relacion senti-sexo-mental con sujeto masculino alguno, que es hacia donde se inclina mi deseo. A estas variables entraron a jugar las de él, como que sea un hombre joven, de unos 33 años, atractivo y que corresponda al estereotipo de "nerd" que me ha cautivado desde mis años de colegio. Hasta ahi, nada especial en relación a "transferir" algo a ninguna parte, porque si me lo hubiera surcado en otro espacio, hubiera devorado su imagen con mi deseo.

El conflicto estriba en el hecho de que, manteniendome dentro de los limites de la etica, yo nunca le he dije nada y tuve que dar por terminada mi terapia. El, manteniendose dentro de los limites de los limites de los limites de la etica, nunca se atrevio a sondear la incomodidad de la que era presa en la silla, pues no quise o no pude nunca, recostarme en el divan. Yo lidiaba con la sensación de estar caminando hacia un sacrificio ritual, donde yo era la sacrificada, cada vez que me dirigia a su oficina. Estando allí, me devoraba no poder decirle que sentia fuerte atracción hacia él, la idea de poder significar en mi cabeza esa atracción, dándole vueltas a los articulos que habia leido al respecto, donde, en resumidas cuentas, repetian lo que Lacan dijo una vez: la transferencia es el amor. Además de sentirme patética por estar conciente de que era un hecho comun en el analisis, de sentirme cobarde por no atreverme a decirselo de frente, me sentía estupida, por entregarme a pensar que él, si era un buen psicoanalista, tendría que haberse dado cuenta de mi situación

Quisiera abarcar la complejidad de la situación, pero por ahora eso puedo contarte. Si mi psico se hubiera comportado igual que el tuyo, yo me hubiera embriagado de ilusiones y me hubiera atrevido a decirle que eso era contrapruducente. Por ahi lei que algunos estilos de analisis intentan sostener y alimentar la proyeccion afectiva para la continuidad y el ritmo del análisis. Tal vez eso dependa de tu "estilo de neurosis".

Sé de casos donde el analista pierde el norte y se enamora. Sé de el matiz que le da a la terapia un corazon de mujer solitaria, y sé tambien que podramos escribir un libro entero de historias de amor en el divan. Quisiera escribirlas, porque creo que son verdaderas historias de amor, a caso, ¿que otra cosa es el amor si no es el anhelo incesante de alimentar con nuevas imagenes la mirada al espacio vacio?


...

Anónimo dijo...

Locura total esto de la transferencia. La prima de una amiga (ya saben) quedó terriblemente prendida de su terapeuta. No podía dejar de pensar en él ni un sólo día. Sentía que a su lado “el mundo se poblaba de palomas” y que todos sus problemas, los de la chava, desaparecían por arte de magia. Nada más equivocado pues las broncas continuaban y hasta empeoraban debido a que nadie, es decir, ni la prima misma , se ocupaba de ellos. Todo en su cabeza era mera fantasía empeñada en olvidarse del universo con tal de dar satisfacción a sus inconcientes deseos. Se pasaba repitiendo antiguos deseos constantemente y ella, convencida de que su “amor platónico” de alguna forma le correspondería algún día, esperaba impacientemente. Al paso de los años y con las demasiadas ganas de agradar para ser amada, su psicoanálisis se había vuelto entonces “interminable” y hasta inútil, creo yo. Finalmente, un frío y nublado día (por si fuera poco), ella recibe tremenda noticia que la dejó completamente estupefacta. Su “padre sustituto”, la solución a todos sus problemas, su amadísimo terapeuta, su futuro amante; en un fatal accidente aéreo, había perdido la vida.
De nuevo, como al principio, se trataba de soportar la ausencia, la soledad y la pérdida pero ahora aumentadas. Después de tanta locura transferencial sin haber sido superada y siempre al borde de perder los límites, ella buscó y encontró un nuevo objeto al cual “amar”.

Saludos

Anónimo dijo...

La transferencia es una manera de recordar. NO tiene que ver con la sugestión ni con la astrología. Es una fuerza que se siente, como cuando los astrónomos intuyen, por el comportamiento de las estrellas, que existe algo que está actuando sobre alguna de ellas, sin que la vean.

HC

Anónimo dijo...

A oanna.

Si la transferencia es amor.Tan intenso y real cómo cualquier otro.
Hace tres semanas que me despedí de mi psico porque por verguenza no podía contarle muchas cosas.Y ¿vergenza porqué? Por amor?admiración hacia él? idealización? En estas tres semanas si,siempre ha estado en mi mente,poblada de fantasías con él.Soy como la prima cuyo análisis se convirtió en inútil
No obstante,hoy he ido por una crisis repentina,y he hablado con él de los hechos que motivaron la crisis y también de mi abandono de la terapia por la intensidad del vínculo.Le he dicho adiós pero no definitivo.El sigue en mi corazón porque soy una soñadora.
¿Y dicen que la transferencia no es amor?

Anónimo dijo...

Oanna que olvido su contraseña!

Me parece interesante que en los relatos sobre la relacion con el psicoanalista se repita la tirania de la fantasia: somos todas unas soñaadoras! Yo estoy en un viaje, asunto que me permitio tener una razon de peso para dejar la terapia y no he dejado de pensar en él ni un sola noche. Con todos los masajes a las imagenes previas a mi actividad onirica, hubiera cmpuesto ya, varias peliculas cursis. Ël ha estado conmigo en todos los lugares, observandome observando, tomandome de la mano, dándome un lindo beso, o quitandome la ropa en la cama del hotel. La fantasia, el amor, esto que ocurre con el analista...
Me gustaria saber ¿qué piensa un hombre analista cuando una mujer bonita entra por la puerta de su consultorio? Si tiene una idea bien formada de lo que es probable que pase, ¿cómo entrena su agilidad analitica, su alma, para esquivar esos balazos de cupido, esa mirada, esa promesa de amor?

Anónimo dijo...

para Oanna/anónimo:
Pues yo creo,que estarán bastante entrenados.Para ellos sólo somos pacientes.Y ten en cuenta que por la consulta de tu terapeuta,no pasarás tu sóla,pasarán muchas mujeres,más o menos atractivas.

Es cierto que son humanos,a pesar de todo su entrenamiento y alguna vez dejan escapar algo de lo que se arrepienten.
Mi psico un día me preguntó directamente si tenía fantasías sexuales con él,y otro día me dijo que le extrañaba haberme hecho esa pregunta.
En otra ocasión,hablando del encuadre y los límites de la relación terapeutica,me dijo que esos limites estaban ahí,pero que no era porque el no quisiera ..o yo no quisiera..
Claro que son humanos,pero estan entrenados.
Para mí ha sido doloroso decirle adiós (quizás no definitivo)precisamente por la intensidad de mis sentimientos hacia él,que me hacían avergonzarme de mi misma y no poder contarle algunas cosas de mi vida.
Y es que ese vínculo era muy fuerte porque él fue capaz de darme mucho,mucho afecto terapeutico,en un momento en que yo lo necesitaba.

Anónimo dijo...

A Oanna:
Continuando con mi comentario,yo no sólo compuse películas cursis en mi imaginación cómo tú,sino que también fuí "capaz" de decirle a él unas cuantas cursilerías.
Ha sido el hombre al que le he dicho las cursilerías más grandes,en toda mi vida,tal era la intensidad de mis sentimientos hacia él, en una época.
Llegué a identificarme con Florentino Ariza,el joven que pasa toda su vida ,hasta ser anciano,esperando que Fermina Daza le corresponda (de la novela "El amor en los Tiempos del cólera").
Ahora sigo pensando en él,pero con más resignación,aunque de vez en cuando mi imaginación se dispara y me veo envuelta en películas cursis,con él.
A pesar de todo, el tiempo que he estado yendo me ha servido para resolver algunos conflictos personales.Por eso también le tengo mucho afecto,porque hoy estoy mejor gracias a su ayuda.
Pero llegó un momento en que el enamoramiento no me dejaba seguir en análisis,por eso lo dejé y porque estaba mejor.
Espero poder volver a verle algún día.
Pero sí,el psicoanálisis es una disciplina hermosa y poética;entre paciente y terapeuta se originan auténticas historias de amor.

Anónimo dijo...

A RAquel
creo que tu terapeuta era bastante arriesgado al hablarte de esa manera. Me parece un poco irreal esto del entrenamiento para vernos como pacientes, para pasar por encima y por ebajo de lo que ellos mismos pueden estar experimentando. La pretensión de objetividad del analista me parece cuestionable como pretensión. Creo que pueden estar más ocupado psiquicamente acallando sus propias fantasias, que escuchandote. Algunas veces pensaba en medio de la sesión, que esa rigidez con la que él se sentaba en la siila era parte del performance que trata acerca de visible ocultamiento de la persona del analista, de su sexo...
Igual que un cura o un monje, el terapeuta tiene jugar con la abstinencia de su deseo para "curar" para adquirir el estado sacro de quien tiene el poder, de curar, de hablar con Dios.

Algunas veces hasta me parece ridiculo pensar en todo esto. Recuerdo varias veces haber hecho buenas bromas en medio de mi relato y haber visto como me miraba sosteniendo su cara seria con dificultad.

Anónimo dijo...

OANNA

a Raquel,
Me gustaria saber de otro analista que sea tan directo y rudo con sus pacientes como lo fue el tuyo. Rudo en el sentido de que el sabia todo lo que sentias y lo enfrentaba con una honestidad brutal. Me da curiosidad y si me permites el atrevimiento, me gustaria saber más sobre la forma en que te ayudó con tu otros asuntos

¿En este blog no escribe ningun terapeuta? ¿todos somos aficionados? ¿o es que es mejor hablar desde la teoria? ¿o es que este saber experto impide que el paciente aporte con su conocimiento mas alla de su jeccion?


ah?

Anónimo dijo...

Las reacciones de transferencia son en lo esencial repeticiones de una relación de objeto del pasado. La frustración y la inhibición de los instintos hacen que el neurótico busque ocasiones tardías de satisfacción. Pero la repetición se ha entendido también como un medio de esquivar los recuerdos.
Mujeres, dedíquense a resolver su transferencia, sólo así podrán curarse. Aquello de que "ya no voy a ir con mi terapeuta por los intensos sentimientos que siento hacia su persona" es darle vuelo a sus resistencias y eso no ayuda si no se resuleve. Recuérdenlo bien: al psicoanálisis no se va a buscar, marido, novio o amante. Cuando ustedes se decidieron a consultar a un especialista como el psicoanalista, fue con la idea de resolver un conflicto. En la terapia, con el tiempo, surge como dice este blog "inexorable la transferencia", es parte de la cura y eso hay que entenderlo. Por otro lado, si el terapeuta es una persona íntegra (lo esperado), ¿creen ustedes que él va a satisfacer sus deseos neuróticos? ¡Imposible! Es un profesional y está preparado para estas situaciones. Y eso es magnífico porque así ustedes tienen la oportunidad real de alcanzar una salud mental que las pueda dejar vivir relativamente felices. Simpre y cuando, desde luego, se decidan a RESOLVER ESA TRANSFERENCIA.

Suerte

Anónimo dijo...

A Oanna:
Si te refieres a que fue rudo por la forma en cómo se expresó,yo creo que fué sincero,igual que yo lo fuí con él.¿que otra cosa podía decirme,para no herirme?Pues que no era porque no quisiera él,ni yo no quisiera..Fue tan sincero cómo yo lo fuí con él.
Respecto a cómo me ayudó con mis otros asuntos, a base de mucho cariño terapéutico,mucho tacto,mucha escucha y paciencia,porque hubo veces en que yo llegué a insultarle y él ni se alteró.
También me ayudó saber que siempre que le llamaba,fuera de la sesión,me escuchaba,o si en ese momento no podía me devolvía la llamada.Y también el hecho de que respetase todas mis decisiones,yo volví con un marido que durante una época me había tratado mal;él de forma sutil me dió a entender que no debía volver,pero cuando yo tomé la decisión de volver en firme,encontró argumentos positivos para mí-aunque sé que todavía no lo aprueba-.
Tampoco hizo nunca referencia a mi delgadez extrema -era un conflicto que yo tenía desde niña con mi madre,la comida-me respetó siempre y hasta en los conflictos con mi madre,nunca me habló mal de ella pero sí me hizo entender el porqué de mi conducta hacia la misma.
En fin que como analista es alguien extraordinario,sé que tengo que volver y resolver mi neurosis con él,pero cómo tú decías un día,me da la impresión de ir al matadero.

Anónimo dijo...

A anónimo:
Es fácil decirlo,pero,a veces ponerlo en práctica,no tanto.Yo no fuí al analista a buscar amante,novio o marido,pero el amor de transferencia esta ahí,yo no lo busqué aposta,pero es muy fuerte.

Quizás si no me hubiera encontrado tanto cariño terapéutico...

Sé que tengo que volver y resolver mi neurosis,porque para él-no sé si por suerte o por desgracia-soy una paciente más.
Y tengo muy claro que nunca va a satisfacer mis deseos neuróticos.

Y cómo dices el resolver mi neurosis me ayudará a ser más feliz.

Pero,hay veces que pensando en volver,en hablar con él,me siento hasta físicamente mal.

Esto es una neurosis y lo demás son tonterías¡¡¡

Anónimo dijo...

Los dos últimos mensajes anteriores a éste son míos,de Raquel.No sé porqué me han salido cómo anónimo.

Anónimo dijo...

Oanna un tiempo despues.

Ha muerto este espacio? creo que a los que saben de psicoanalisis les parece ridicula esta forma de abordar el tema. En la medida que ellos tiene bastante clara la naturaleza del fenómeno y la firmaza del aparto teórico que produce la cura, desprecian todo lo que los sujetos ignorantes de aquello podamos decir.
en tanto experiencia intima no dimensionada por la perspectiva analitica, todo el amor, el desamor, la confusión e incertidumbre que genera la trasferencia no le dice nada al psicoanalista que el no sepa de antemano, no se dan cuenta de que esto no hace sino poner en tela de jucio la legitimidad misma del psicoanalisis.

Estos atascamientos del conocimiento experto se dan a todo nivel de especialidades y que el psicoanalisis, que ha permeado a las ciencias sociales por entero, no es la excepción. pero el llamado es auna antropologización de su ciencia, a un ponerla en perspectiva como eso, conocimiento experto.

Este espacio puede ser un lugar fertil en reflexiones y debates, ssi vemos en los relatos y opiniones una multitud de formas de sentir y de construir la experiencia en la que se enmarca la practica del psicoanalisis.

Anónimo dijo...

Si,Oanna, creo que este espacio no es del interés de los psicoanalistas.
Aunque debiera serlo, cómo una forma diferente de acercamiento a esta disciplina.
Cómo la perspectiva y el sentir de los "pacientes",y nunca mejor dicho,que puede nuevamente enriquecer sus teorías.
Recordemos que Freud elaboró sus teorías y su método,a base de la observación y trato con sus pacientes.
Y las disciplinas y las teorías en que se basan nunca son inamovibles.

Anónimo dijo...

Por lo que a mi personalmente me afecta,y a pesar del tiempo transcurrido,no logro superar los obstáculos transferenciales,que el "amor"? idealizado por mi psi,me supone.

Me he despedido de él en un par de ocasiones,y he vuelto.

Y siempre repito y actualizo en él,el anhelo de un amor idealizado e imposible.

Sin ese "amor",la razón de cuya persistencia y resistencia a todo desencanto,es esa imposibilidad de realización,creo que no podría vivir.

Quizás ese anhelo tan esencial,cómo razón de existir, para mí,podría haberse encarnado en otro psicoanalista.

O quizás no.

Porque la relación transferencial con él ha abierto espacios a la eternidad en mi alma,vivencias imposibles de olvidar.

Anónimo dijo...

Oanna despues de un largo viaje

oh!! que lastima que este espacio este decayendo. Habia imaginado que el mundo estaba poblado de soñadoras empedernidas, neuróticas, que asumian el amor de trasferencias y su resolución como un hecho existencial, carnal. ( de los hombres no me esperaba nada)

Pues bien, para dinamizar esta cosa, estuve leyendo una historia sobre una mujer llamada Annais Nin, famosa por haber sido amante de Henry Miler, pero valiosa por ser una Mujer con mayuscula evidentemente redundante. Esta mujer tuvo enredos con sus dos psicoanalistas, muy famosos, uno de ellos Otto Rank. Sus diarios estan llenos de estas apasionadas historias que desbordan la teoria del divan y aun así aumentan su compplejidad: ella se acostó con su padre, voluntariamente, cuando ella tenia 30. No solo fue union carnal sino emocional, pues era toda una relación. Y desde la vulnerabilidad de la posisión en la consulta, dibujo para sus depredadores mentales, una figura irresistible: la impecabilidad de la seducción y el buen nombre de los analistas involucrados no esta en tela de juicio.

señoras y señores: aqui hay tela por cortar!!!

Anónimo dijo...

A Oanna:

Al menos quedamos tu y yo para hablar de ese amor tan atormentado que se da en la transferencia.

Y quizás,sea esa la esencia de la neurosis,el amor imposible y atormentado.

Para mí es un amor sostenido,( ¿a la fuerza?),por esa misma imposibilidad de realización.

Ahí he encontrado,hoy por hoy, la esencia de mi vivir.

Pero no tengo ninguna duda,de que si él,me dijera "ven" y me estrechara entre sus brazos,lo dejaría TODO.

Toda una vida por él.

Anónimo dijo...

A Oanna:
El comentario anterior a éste,que figura dirigido a tí,es mío,pero no sé porque salió cómo anónimo.

Anónimo dijo...

Bueno, sopongo mujer que sigues asistiendo al ritual. Que la resolución de tu trasferencia implicara tu rendicion poetica a la imposisbilidad y que eso le debe dar a tus ojos un color muy especial.
por mi parte, yo tengo una cuestion enmarañada en m corazón: mi orgullo. Soy de esas que cierran las puertas detras de si y pues, mi rendición conciste en una melancolia nocturna, sombria, irónica.

Aun así, cual vil colegiala, saldre a buscarlo, porque el susodicho esta cursando una maestria en mi universidad y yo sé en donde publican los horarios.

Anónimo dijo...

Pues me alegro por tí,Oanna.Tú tienes una oportunidad.

Yo no la tengo,no sólo porque sea mi psi, si no,también porque esta casado,y creo,intuyo(aunque nadie me lo ha dicho) que profundamente enamorado de su mujer.Además ella también es psi.
Es decir que tengo todo en mi contra.

Quizás por eso,y porque ya no avanzo mucho en la terapia,creo que voy a dejar de ir por una temporada.
Es más desde la última sesión,le he cogido manía,por un comentario que me hizo,aunque no fue para nada ofensivo.

En fin te deseo suerte.

Anónimo dijo...

Hola pacientes enamoradas de su psi,

yo también lo estuve, profundamente y durante mucho tiempo. Hace más de 5 años que terminé mi análisis. ¿Cómo se resolvió la transferencia? Hablando de ello, sin temor ni vergüenza, diciéndole todo lo que sentía y fantaseaba y, sobre todo, confiando en que él, antes de ser un hombre conmigo, era un profesional, que en verdad quería ayudarme. Y lo hizo. Ahora hablamos de vez en cuando y sé que el cariño que siento por él es mutuo. Pero ya no estamos atrapados en mi amor transferencial.

Anónimo dijo...

¡Vaya!! Por lo menos existe una persona a la que sí le ha caído el veinte! Me alegro.
Es impresionante la forma en que la transferencia, como si se tratara de un programa informático, se instala en la vida emocional de la paciente. Ponerse a trabajar en encontrar el código fuente de “este programa” para entenderlo, modificarlo y hacer que funcione de manera adecuada resulta mucho más complejo que dejarlo “correr”, ¿o no? Y, por los casos que he leído tanto en este blog como en otros foros, parece que la tendencia es simplemente “que corra”.
Luego de esto, pues no queda de otra: “estoy enamoradísima de mi psi”, “no me lo puedo sacar de la cabeza”, “sufro porque no me corresponde”, “fantaseo de todas las formas posibles con él”, “lo extraño”, “no puedo decirle lo que pienso” y hasta conozco un caso muy cercano de una mujer que se puso a aprender ruso porque su psi habla ruso.
Me ha gustado muchisísimo el comentario de “anónimo” que felizmente resolvió su transferencia (¿cuánto tiempo estuviste en psicoanálisis?).

Importante es siempre recordar que el objetivo que nos llevó a buscar ayuda profesional fue y debe ser el deseo de alcanzar la cura.

Saludos
de otro anónimo.

Anónimo dijo...

OANNA
En estos dias sali a la tienda a comprar huevos y leche. Estaba pensativa, pues estoy haciendo mi trabajo de grado y estaba muy concentrada en el tema. Entré a una cabina telefonica a hacer una llamada a un amigo y saqué el pepelito donde tenía notado su número.
Marqué y dije: Aló,
Ël dijo: Aló
yo dije: Hola, como estas?

En ese momento me di cuenta de que el papelito que había sacado era uno que tenia en mi billetera para cuando estuviera lista para llamar a mi psico para hablarle de mis deseos por él.

Fue un accidente estúpido, porque la verdad no he pensado en él ultimamente, he estado ocupada y me da pereza buscarlo en los lugares que sé que frecuenta. Su nombre como posibilidad viene a mi de vez en cuando.

Pero esa llamada, que resolví además entre tartamudeos, explicandole que ma habia equivocado, me dejo muy mal.

En primer lugar, porque sé que él no lo interpretará como un accidente. Hará parte de las evidencias para inferir que siento una gran atracción por él todavia y eso me enoja, pues la verdad, no es así y no tengo la oportunidad de explicarselo puesto que ya deje la terapia y no voy a volver.

tengo mis reservas contra esta práctica, criticas como antropologfa que se derivan de mi experiencia.

La trasferencia, mi orgullo, el conflicto irresoluto.
el texto, mi cuerpo, el poder de un hombre y su saber sobre mi...

Sé que hablar con él puede conducirme a respuestas. Pero no estaré en calidad de paciente, ni de enamorada, no de niñá confundida.y no busco una conciliación.

Quisiera cerrar el capítulo. llevarmelo a la cama como a cualquiera, hacerle algun chiste sobre la expresión de su cara en la terapia o inquirir por la infertilidad de la practica psicoanalistica en comparación con sus exploraciones teóricas.

Salirme así del círculo.

Anónimo dijo...

He seguido yendo a la terapia,pero ya veo de otro modo la situación.
No de forma tan pasional cómo antes.
Creo que poco a poco iré resolviendo esa transferencia, y lo voy haciendo en la medida que me voy dando cuenta que estoy mejorando y soy más feliz conmigo misma y con el mundo.
Aunque todavía me queda camino por recorrer,porque no consigo ver a mi terapeuta, en primer lugar,cómo alguien que me quiere ayudar y luego cómo un hombre.Sino a la inversa y eso esta retrasando la resolución de la transferencia,pero estoy en camino.

Anónimo dijo...

OANNA

No sé Raquel, me desconcierta un poco esa decisión de estar allí, esa fé ciega en ese método de "resolver" lo que sientes. Tal vez si cambias de técnica o Si lo dejas todo, hasta tu cordura y sensatez??

creeme que pienso en vos y no sé cómo le haces a la vida.

Yo me encontre con el susodicho en estos dias. casualmente entre a una tienda y ahi estaba él con sus amigos tomando cerveza. Me preguntó como estaba y yo le respondí mirándolo a los ojos: Bien.

Luego me disculpe por haberlo incomodado con esa llamada. Le explique reiterativamente que había sido un accidente y le mentí diciendole que para que no ocurriera, tache el número de mi agenda.

Él, sonriente al calor de las cervezas, me dijo que eso último no éra necesario. Yo, visiblemente intimidada por la mirada de sus amigos, entre quienes imagino se comentan los casos, sólo atine adecirle eso.

Salí de la tienda, di la vuelta y me fui.

Ahora si sineto que hay algo qe tengo que resolver...

Raquel dijo...

A Oanna:

¿Cómo le hago a la vida? Simplemente dejo que las cosas sigan su cauce.Hace ya un mes o más dejé de ir.Un buen día decidí que ya tenía suficiente terapia,que ya no podía aprender o avanzar más allí.Esto no significa que no haya aprendido.Aprendí mucho el tiempo que he estado allí.
Pero tampoco siento ya lo que sentía por mi psi.¿Qué cómo ha ocurrido? No lo se.
Pero ya no lo veo cómo lo veía antes.Creo que fueron las condiciones especiales de la terapia las que favorecieron ese enamoramiento.
No puedo decir,si me lo hubiera enontrado en otras circunstancias,que me hubiera ocurrido.Aunque indudablemente cómo persona y profesional es un hombre valioso.Pero no hay nadie imprescindible.

OANNA dijo...

a raquel

Eso tiene otro tono. tal vez resolviste tu trasferencia y no te diste cuenta. tal vez asi es que funciona la cosa: detras de bastidores, la conciencia engañada, el gol del psicoanalista...

Me alegro por vos. La vida contina. yo ayer me soñe con el susodicho precisamente. soñe que iba aus oficina, un sotano frio y oscuro, y por accidente mate a una mujer allí. él no se dio cuenta de que habia sido yo,

yo lo miraba de lejos, veia como lloraba de dolor por esa muerte..

Quien sabe qué rayos significan esas lágrimas.

Lo unico que sé, es que así hubiera sido una maor no trasferencial, igual la herida hubiera sanado.

el tiempo, querida, ese si es el gran artista!

Anónimo dijo...

Gracias a todos los lectores que han entrado y a los que han dejado su comentario en este blog. Deseo que haya sido de alguna utilidad para alguien. He decidido cerrar el blog en un mes exacto, es decir, el día 21 de mayo de 2009. Saludos a todos. Lux

Raquel dijo...

¿Y porqué cerrarlo,Lux,si en el último año se estaba dinamizando?
Todavía se puede aportar mucho y podemos aprender mucho de las aportaciones ajenas.
En fin tus razones tendrás.

Anónimo dijo...

Y, al puritito estilo del Libro de los muertos, he aquí la fórmula contra la transferencia:
"!Largo de aquí;vete, transferencia maldita!No te acercarás más a mí porque ahora estoy protegida con las palabras mágicas nacidas de la fuerza interior que vive en mí"
(talking cure?)

!Ojalá y fuera tan fácil!

!La odio!


!Felicidades a todos!


Osiris

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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